Un solo tema de 48 minutos da título al disco,
diferenciándose dos partes en aparente solución de continuidad. Una primera
parte de comienzo ciertamente amenazador
y misterioso, un muro de sonido oscuro sobre el que se superponen ruidos y extraños
silbidos…industrial y dark-ambient, muy en las coordenadas estilísticas
del género. Más o menos a partir del minuto 33, se entra en sonoridades
radicalmente distintas, con esas referencias a la electrónica cósmica de los ’70
que eran tan patentes en ‘’Nebulous’’, electrónica planeadora y relajante, como
si pasáramos de mirar en nuestro interior (la mente humana) para hacerlo al
exterior (el espacio que nos rodea).
Definitivamente, ATOMINE ELEKTRINE es el proyecto más
puramente electrónico de PETER ANDERSSON, el más ambiental y reflexivo. Aquí no
hay lugar para la agresión sonora de sus otros proyectos, incluso la primera
parte es de una rara suavidad y, en mi opinión, perfectamente apta para una
audiencia de amplio espectro.
Sinceramente, me cuesta encontrar sensaciones ‘’negativas’’
en esta música o alusiones sonoras a esa desconfianza en la naturaleza humana
tan intrínseca a buena parte de su obra bajo otros alias.
De vez en cuando es bueno mirar más allá de nuestra nariz, a
esas lucecitas que brillan en el cielo. Se llaman estrellas y no son ni bonitas
ni feas. Mirar sin esperar nada a
cambio.
ENLACE MEGA
Para ver hay que saber mirar y no todo el mundo sabe hacerlo. Gracias a personas como tú, agitadores culturales que enseñáis a mirar y a observar y que dáis sin pedir, al menos queda un resquicio de esperanza de que no todo está perdido.
ResponderEliminarSiempre me sentiré en deuda contigo, amigo sevillano.